Las redes sociales se caracterizan por ser un espacio virtual en el que poder entablar relaciones con otras personas o continuar con las que ya tenemos.
Pero hay una relación, la que tenemos con nosotros mismos, que no ha quedado ajena a estas redes, sino todo lo contrario, en muchos casos se ha convertido en la principal relación.
No es difícil echar un vistazo a cualquier de nuestros perfiles en cualquier red y ver algún contacto que ha hecho de la plataforma su diario.
Desde que se despiertan, smartphone en ristre, comienzan a narrar lo que sucede en día, minuto a minuto. Desde las cosas más triviales como si la leche del desayuno está caliente o fría, hasta detalles personales que en ocasiones es mejor ignorar. Del tema de la privacidad y cómo cuidarla empieza por nosotros mismos hablaré en otra ocasión.
Pero una cosa que sí saben hacer muy bien estos “diariófilos” es comentar cada contenido en la red adecuada.
Twitter para el momento. Podemos saber todo, qué llevan en el bolsillo, dónde han dejado la mochila, cuántos escalones han subido ese día… el aquí y ahora a la máxima expresión.
Facebook para aquello que quieren que se vea. Unas cervezas con amigos, la cena que se han preparado o lo que se han encontrado en el buzón… para qué quieres una vida apasionante y activa si los demás no lo saben.
Instagram cuando llega la inspiración y el momento, o las cañas en La Latina o los pies en la playa tienen que ser inmortalizados y compartidos… pero con una sola vez es suficiente.
Pinterest para seleccionar sus próximos modelitos, complementos o la futura decoración de su casa o compartir sus últimos amigurumis o broches de fieltro.
En un principio pueden parecer demasiado ególatras, pero el reto ante estos usuarios es atraerlos, seducirlos y convertirlos en los evangelizadores de nuestra marca. Aprovechar su actividad y las interacciones con sus amigos y seguidores para aumentar nuestra comunidad y su engagement.
One Reply to “Querido diario, quiero decir, querida red social.”